domingo, 18 de abril de 2010

EL HOMBRE SOÑÓ CON EL FUEGO ANTES DE IRSE A DORMIR


EL HOMBRE SOÑÓ CON EL FUEGO ANTES DE IRSE A DORMIR

por TEROM (2010)

(Historia lineal de la obra)

Personajes:

DINO – Sismólogo con problemas de narcolepsia

GRETA – Mujer de Dino, mujer con problemas de identidad sexual complejos y una sed amplia por satisfacer sus fantasías.

PLACENCIA – Pirómano en rehabilitación bastante depresivo, quien estaba obsesionado con Greta.

ZORA LEMIN – Mujer con cola embarazada del anticristo, quien buscó a Dino por todas partes para proponerle que sea el padre que ayude a criar a su hijo.

Dino y Greta se presentan.

Dino quiere explicar porqué es que vive en el interior de un cráter de volcán con su esposa, comenta todo de una manera muy científica y compleja casi inentendible.

En eso, aburrida Greta lo interrumpe con dulces caricias a las que él termina cediendo, en cierta forma recordándole la noche anterior que pasaron juntos románticamente después de salir a bailar.

Ella cuenta la historia[1] de cómo ambos se conocieron sin poder dejar de tocarse.

De pronto los dos son interrumpidos por Placencia, quien sale de su escondite y primero ronda dando vueltas hasta cruzarse entre ellos. Dino se molesta con la situación desde que siente su presencia pero trata de no demostrar su enojo abiertamente.

Él saluda fríamente a Dino y por lo contrario se muestra muy cariñoso con Greta. Dialoga muy emocionada con ésta como si su novio no existiese, además siempre sacando a relucir su rehabilitación y sobre lo bien que la cumplía. Entonces ignorado, mientras estos dos conversan, Dino comenta al público quién es Placencia[2] y porqué es que éste irrumpía de ese modo.

Greta se da cuenta del enojo de su marido y trata de juntarlos a los dos en un dialogo colectivo. Entonces a partir de una conversación forzada sobre temas banales, Placencia llega a tocar el tema del sismo producido una noche anterior en un país del sur y sobre la destrucción ocasionada en las zonas cercanas a donde fue el epicentro.

En eso Dino entra en pánico y se disculpa y se aleja a otro extremo a revisar sus datos en su laptop, dejándolos solos a Greta y al ex pirómano. Éste aprovecha la situación para elaborar una de sus tácticas que empleaba para seducirla, que consistía en travestirse delante suyo y fingir que participaba en una de sus fantasías perversas[3] (Placencia narra brevemente la historia del origen de las fantasías de Greta mientras se trasviste). Esto duró así hasta que Dino regresó y echó a patadas a Placencia. Entonces ella y él volvieron a estar solos con su romance apasionado de costumbre.

Greta le pregunta a Dino porqué era que se habría ido dejándola sola y él muy nervioso le comenta su sospecha. El sismo de la noche anterior se habría producido en el mismo instante en que ellos estaban bailando “su canción” en una disco. Greta no entiende la relación de los sucesos pero desafortunadamente en el instante en que iba a pedirle más explicaciones, Dino empezó a pasar por su repentino proceso de dormirse súbitamente como parte de su enfermedad. Ella lo sostuvo en sus brazos para que no se cayese.

Entonces el escenario circular y todos los personajes de la obra (excepto Dino) se paralizan, mientras que Dino salta de los brazos de Greta y se apodera del protagonismo total para ampliar más al público la penuria de su descubrimiento. Luego vuelve a los brazos de su amada y toda la acción retorna a su estado natural desde donde se paralizó.

Tocan el timbre. Greta deposita a su novio en el suelo central del círculo (su cama) y lo deja dormitando allí mientras va a atender la puerta. Ella teme que sea el obsesivo de Placencia nuevamente, pero cuando abre la puerta ve a una joven mujer embarazada. Era Zora Lemin. Ésta le da un gran abrazo y le felicita sin aparente razón alguna. Greta le hace pasar. Ella entra a su hogar al principio con mucha timidez sin darle muchas explicaciones de su repentina presencia, no obstante cuando ve a Dino se emociona nuevamente y se arroja encima de él, quien continuaba dormido pese a todo.

Greta coge a la mujer y la separa de su chico algo enfadada. Zora Lemin se disculpa con ésta y le promete contarle el motivo de su aparición si es que ésta le permite quedarse en su hogar hasta que Dino despierte. De este modo es que la mujer le cuenta su historia[4] y el porqué habría venido desde tan lejos. Greta naturalmente piensa que la mujer está chiflada y rompiendo su promesa la echa lejos de allí. Zora exasperada y enojada promete vengarse.

Greta se queda pasmada y no sabe que hacer. Entonces se sienta junto a donde su novio duerme y hace una llamada con su teléfono. Habla con el sujeto de sus fantasías (un millonario hermafrodita llamado Próximo Cortex) y le dice que presiente que su felicidad va a estar a punto de romperse y que al final todos acabarán muertos. Entonces tras explotar lo suficiente, cuelga el teléfono y decide recostarse al lado de su amado.

Mientras esto ocurre, Placencia aparece con un tanque de gasolina en sus manos, dispuesto a quemar todo el hogar de Dino y Greta, actuando muy suntuoso de pervertir su sagrado código de rehabilitación de acuerdo a sus conveniencias. Entonces aparece por un costado Zora Lemin y al ver lo que pretendía hacer éste, se abalanzó sobre él y le quitó su combustible. Entonces después de forcejear un poco se cansan y se tiran en el suelo. Mientras recuperan el aliento se presentan mutuamente. Placencia le admite que preferiría matar a su amor antes de no tener a la mujer que amaba y entonces ella le sugiere a los dos que trabajen juntos si querían obtener lo que cada uno anhelaba. Entonces se marchan de la escena a tramar su plan malévolo.

Una vez que vuelven a estar solos en escena, Dino despierta de su sueño y preocupadísimo también despierta a su mujer algo brusco y le expresa con lágrimas su horror, como si se tratase de una pesadilla. Le dice que todos los sismos de los últimos diez años habían coincidido con todas las veces que habrían salido a bailar su canción. Cuando Greta escucha esto se pone muy triste y llora porque entonces entiende que estaban condenados a nunca más volver a bailar juntos o de lo contrario condenarían al mundo entero de su destrucción. Una vez que ella se calma, le pide a Dino bailar solo una última vez, pero éste se niega rotundamente y esto origina que los dos discutan cada vez con mayor gravedad y daño.

Entonces vuelven a llamar a la puerta. Dino se disponía a abrir pero ella se lo prohibía hasta que él muy enojado la empuja y abre la puerta igual. Era Zora Lemin nuevamente, quien se aguanta las ganas de abrazarlo para seguir de largo con su farsa. Le dijo que venía a ver a Greta por un trabajo que le había encargado. Ésta al verla se levantó del suelo por temor a que la bruja intente quitarle nuevamente a su hombre y le pidió que fuesen a conversar a la cocina. Dino enojado y desconcertado simplemente se marchó iracundo del hogar.

Cuando las dos mujeres se quedaron solas en la cocina. Greta se iba a disponer a moler a golpes a Zora para darle una lección, pero entonces la mujer le dijo que no había sido del todo honesta con ella la primera vez que se vieron. Le dijo que ella era en realidad una mujer que Greta como hombre (ósea como Próximo Cortex) habría preñado y que el hijo que llevaba en su vientre era suyo. Greta se empezaba a creer lentamente la mentira porque convertirse en padre era parte de otra de sus fantasías ocultas.

Entonces Zora le convence para irse a la cama a hacer el amor. Greta dejada llevar por la ilusión, toma su papel y se deja llevar completamente sin darse cuenta que alguien los estaba mirando y tomando fotos con su celular. Era Placencia, quien luego de terminar con la sesión salió de su escondite, riéndose al mismo tiempo. muy complacidos ambos anunciando que enviarían las fotos tomadas al correo de Dino a menos que ella haga exactamente lo que le pidiesen éstos. Entonces le ordenaron que dejase la casa antes que Dino volviese y no regresase más nunca. Greta sólo aceptó esto porque creía que no tenía otra opción, igual estaba condenada a nunca más poder bailar con su amado. Entonces Placencia la arrastra a la fuerza y ella termina cediendo. Solamente Zora se queda a esperar a Dino.

Dino regresa a su hogar y se preocupa al no ver a su mujer y en su lugar a Zora, quien tras la impresión de verlo empezó a sentir terribles dolores de parto. Entonces sin tener que pensarlo mucho, Dino corrió hacia ella y la recostó en su cama donde le ayudó a dar a luz de un modo atroz e insufrible que parecía que le estaba costando la vida a la mujer, además de enloquecerla. Dino trata de calmarla pero no sabe bien qué hacer exactamente, entonces llevado por la presión vuelve a quedarse dormido por su enfermedad y súbitamente se desploma encima de ella, impidiéndole la salida al bebé.

La mujer implora auxilio y Greta llega huyendo de Placencia con su celular que había tomado las fotos. Ayuda a sacar a su marido de las piernas de Zora y actúa indiferente a ésta. Entonces toma a Dino quien continua dormido y lo mueve contra su cuerpo lentamente tarareando su canción, como si bailara con él. En eso Placencia llega muy enojado a la casa tras salir persiguiendo a Greta y los ve bailando juntos. Él se acerca y trata de separarlos, ignorando también a la mujer dando a luz, pero Greta no puede detenerse y sigue bailando con Dino.

Entonces un cataclismo empieza y mata a los cuatro personajes en este orden: primero muere Placencia aplastado por una viga, luego Zora Lemin quien es tragada por el piso mientras agonizaba dando luz al anticristo, y finalmente Dino y Greta en su lecho de amor culminando su baile. Él jamás despierta.

Segundos más tarde La Elipse se cierra.



[1] Anexo 1: la historia de cómo los caminos de Greta y Dino se entrelazaron (contada por Greta)

[2] Anexo 3: la historia de cómo Placencia entró en la vida conyugal de Greta y Dino (contada por Dino)

[3] Anexo 4: la historia del origen de las fantasías perversas de Greta (contada por Placencia)

[4] Anexo 5: la historia de Zora Lemin (contada por ella misma)

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